Hervir la carne en agua
La carne y las aves crudas o poco cocinadas pueden enfermar. La mayoría de las aves de corral crudas contienen Campylobacter. También puede contener Salmonella, Clostridium perfringens y otras bacterias. La carne cruda puede contener Salmonella, E. coli, Yersinia y otras bacterias.
Comer productos frescos aporta importantes beneficios para la salud, pero a veces las frutas y verduras crudas pueden provocar intoxicaciones alimentarias por gérmenes nocivos como Salmonella, E. coli y Listeria. Las frutas y verduras frescas pueden contaminarse en cualquier punto del trayecto de la granja a la mesa, incluida la contaminación cruzada en la cocina.
La leche cruda (no pasteurizada) y los productos elaborados con ella, incluidos los quesos blandos (como el queso fresco, el azul, el feta, el brie y el camembert), el helado y el yogur, pueden ser muy perjudiciales para la salud. Esto se debe a que la leche cruda puede contener gérmenes nocivos, como Campylobacter, Cryptosporidium, E. coli, Listeria y Salmonella.
Los huevos pueden contener un germen llamado Salmonella que puede enfermarte, aunque el huevo parezca limpio y sin fisuras. Utilice huevos y ovoproductos pasteurizados cuando prepare recetas que requieran huevos crudos o poco cocidos. Además:
La mejor forma de cocinar la carne para evitar el cáncer
Cocinamos la carne para que sea más agradable de comer, porque es más tierna y sabrosa que la carne cruda, y para que sea segura al matar las bacterias dañinas que pueda haber en la carne. Para cocinar mejor la carne, conviene saber en qué consiste y qué le ocurre cuando la cocinamos. Por eso voy a escribir una serie de artículos sobre este tema. En esta primera parte voy a explicar la estructura de la carne y mostrar cómo influye la temperatura de cocción en su jugosidad. En las siguientes partes hablaré de la ternura, la suculencia, el sabor y el aspecto.
La carne solía ser el músculo de un animal antes de convertirse en carne. Un músculo que el animal utilizaba para moverse, estar de pie, respirar, etc. Los músculos son fibras proteicas que están organizadas en haces a diferentes niveles por vainas de colágeno. Las fibras musculares individuales envueltas por el endomisio se denominan fascículos. Esto es lo que da a la carne su “grano”. Un grupo de fascículos está unido por el perimisio y, por último, todo el músculo está envuelto por el epimisio (también conocido como la “piel plateada”). A través de los tendones, el epimisio conecta el músculo con el hueso. Si comparamos un músculo con el hormigón armado, pensemos que las vainas de colágeno son el acero y las fibras musculares el cemento.
5 efectos de la cocción en la carne
La carne de vacuno, el pollo, el pescado y los huevos son ricos en proteínas, pero la forma de cocinarlos afecta a su composición. Elegir el método de cocción adecuado puede ayudarle a minimizar la pérdida de nutrientes y reducir la cantidad de sustancias químicas nocivas que ingiere al comer carne.
Las carnes, como la ternera y el pollo, son una gran adición a su dieta, ya que contienen proteínas y otros nutrientes clave. Por ejemplo, una hamburguesa con un cuarto de libra de carne picada tiene casi 22 gramos de proteínas. Una pechuga de pollo sin piel de 4 onzas tiene 23 gramos de proteínas.
Los estudios sobre los efectos de la cocción en la carne no han mostrado cambios significativos en el valor proteico, según la American Meat Science Association. Dicho esto, cocinar la carne a altas temperaturas durante largos periodos de tiempo puede afectar a la estructura de sus proteínas.
Cuando se exponen al calor, las proteínas de la carne pueden desnaturalizarse, según un estudio de noviembre de 2016 en Comprehensive Reviews in Food Science and Food Safety. La desnaturalización hace que las proteínas se descompongan en aminoácidos, que el cuerpo sigue absorbiendo y que se consideran beneficiosos desde el punto de vista nutricional, según el Elmhurst College.
Carne hervida frente a carne a la parrilla 7 días para morir
La carne hervida es un plato tradicional inglés[1] que solían comer los londinenses de clase trabajadora; sin embargo, su popularidad ha disminuido en los últimos años. Tradicionalmente, se utilizaban cortes de carne más baratos; hervir la carne la hace más tierna que asarla[2]. Normalmente se cocinaba con cebolla y se servía con zanahorias y patatas cocidas. No era raro que la carne se salara en una salmuera durante unos días y luego se dejara en remojo toda la noche para eliminar el exceso de sal antes de hervirla. En otras partes de Inglaterra, la col sustituía a las zanahorias.