Tumbet: Gemüseauflauf aus Mallorca mit Lamm
Para preparar la masa, mezclar la mantequilla, el aceite, la harina amasada y añadir agua a la mezcla (aproximadamente una taza). Hay que seguir amasando la mezcla hasta que quede consistente, ni muy blanda ni muy dura, hasta que no se pegue a las manos. Luego, se deja enfriar de 10 a 15 minutos.Para hacer las empanadas mallorquinas , ”empanadas”, se coge un trozo de masa en forma de bola y con un trozo de papel al horno se le da forma con las manos, apretando entre el pulgar de una mano y el de la otra girando y dando forma con la palma de la mano.Cuando se tiene una empanada hecha, entonces se puede rellenar con carne, guisantes, o ambas cosas. Por último, haz una tapa con un adoquín y córtala a medida. La unión entre la tapa y la tarta se le pide que suba unos retoques por las dos partes y se decora la tarta.Finalmente se mete en el horno con el fuego abajo y se cocina hasta que la parte de abajo de la tarta este hecha, si es necesario se le puede dar un toque de horno para terminar la cocción.
Tortière o pastel de carne canadiense/ RECETA DE NAVIDAD
Se acerca la Semana Santa, y con ella una rica gastronomía que cada año esperamos con ilusión. Una de mis cosas favoritas en estas fechas es la empanada, o panades, como se llaman en Mallorca. Hay que esperar hasta Semana Santa para comer empanadas.
¿Se ha preguntado alguna vez por qué algunos platos de nuestra cocina se asocian a determinadas fechas del calendario, o a acontecimientos religiosos? Por qué comemos las empanadas en Semana Santa y no en Navidad. Hay una razón y aquí se la explicamos.
Tras el ayuno del Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo, se retoma la posibilidad de comer carne. Así, el sábado siguiente es costumbre comer cordero frito, empanadas de carne y guisantes, y de postre rubiols y crespells.
El domingo de Pascua era tradición que grupos de jóvenes fueran a cantar por las casas a cambio de unos crespells, rubiols y, si tenían suerte, alguna empanada. En la Mallorca actual, esta costumbre sólo se mantiene en algunos pueblos.
Restaurante La Fabrique, Santa Catalina, Mallorca
El origen de la repostería mallorquina se remonta a la conquista de Mallorca por los cristianos en 1229. En aquella época la isla estaba habitada por musulmanes y, cuando llegaron los cristianos, obligaron a los árabes a convertirse al cristianismo o a ser desterrados. Luego se hizo lo mismo con los judíos. Para demostrar a la sociedad que se habían convertido al cristianismo y que ya no eran musulmanes ni judíos practicantes, la gente empezó a elaborar muchos de los productos típicos de la isla con manteca de cerdo o carne de cerdo.
Por eso, gran parte de la repostería mallorquina tiene como ingrediente principal la manteca de cerdo. Por supuesto, hoy en día también se encuentran recetas veganas que sustituyen la grasa animal por aceites vegetales y los rellenos de carne por verduras, pero las recetas originales casi siempre incluyen algún tipo de derivado animal.
Llonguet: Es un tipo de pan de forma ovalada con un surco en la parte superior. Se elabora con harina, agua, aceite de oliva, sal y levadura, y se utiliza principalmente para hacer bocadillos. Se puede rellenar con jamón, queso, tomate… lo que se quiera.
Coca de trempó: El trempó es una ensalada típica mallorquina que se come cruda y se elabora con cebolla, pimiento, tomate, sal y aceite. Si quieres hacer coca de trempó, tendrás que hacer primero una masa con aceite, agua, sal y harina (esta masa, a diferencia de la pizza, no lleva levadura) y luego poner encima la ensalada antes de hornear todo el plato.
¡LOS MEJORES NACHOS DE CUCHARA DE LA HISTORIA! – COCINA RÚSTICA 4K
“Este año el negocio va mejor que el año pasado, tenemos muchos pedidos para Semana Santa y tenemos para todos los gustos, como panes suaves de cordero, cerdo, pollo y pescado con guisantes, pero nuestros dulces sólo se hacen por encargo”, dice la propietaria, Margalida Serra.
“Lo más demandado para Semana Santa son las típicas empanadas mallorquinas de Semana Santa, suaves y dulces, rellenas de panes de cordero, cerdo con guisantes, pollo con cebolla, sepia, pollo o panceta y queso, que cuestan entre 2,60 y 3,20 euros cada una”, dice la gerente, Silvia Rodríguez, en el Mercat de l’Olivar.
“La empanada mallorquina proviene de un antiguo plato hebreo descrito en el Talmud como ‘paitxida’ que se cristianizó añadiendo sobrasada y manteca de cerdo a la receta judía original, según el filólogo y escritor Antoni Janer Torrens.